Más vale la concienciación ciudadana que la legislación
Aunque son muy necesarias la leyes que apoyen las distintas acciones de protección de la naturaleza, muchas veces se muestra evidente que la divulgación y educación en el conocimiento del entorno, poner las bases para que todos valoremos lo que tenemos alrededor, es mucho más eficaz y además eficiente.
Es el ejemplo de las edificaciones “amigas” para la nidificación de especies como los vencejos. Esos pequeñines de unos 40 gramos de peso son unas aves formidables, que viajan cada año desde nuestros pueblos y ciudades hasta el corazón de África, y apenas se posan para criar a sus polluelos. Pero también son excelentes controladores de plagas, ya que cada uno de estos animalitos consume de media un millar de insectos por día. ¿Y qué necesitan a cambio? Básicamente, que les dejemos algún pequeño huequecillo donde anidar cada vez que vuelven de sus viajes africanos.
Por ejemplo en Nuevo Baztán se realizan marcajes de vencejos por parte de SEO/BirdLife desde el año 2012, dotando además a algunos de ellos de geolocalizador, lo que permitió constatar su formidable viaje anual de más de 20.000 kilómetros, y comprobar a su vez que apenas se posan fuera de su temporada de cría, durmiendo en vuelo en capas altas sostenidos por las corrientes.
Pero queremos resaltar especialmente la colaboración silenciosa de esas personas que desde sus casas ceden un pequeño espacio a estas aves insectívoras, permitiendo que su ciclo vital se perpetúe año tras año. Os dejamos imágenes de Villalba de la Sierra (Cuenca) como ejemplo de buena voluntad ciudadana en ausencia de normativa municipal al respecto, además de este enlace sobre el descenso de la presencia de vencejos en la provincia de Granada. Confiamos en que cunda el buen ejemplo.