
Con la llegada de Diciembre, emprendemos la localización de majanos que reúnan buenas condiciones de situación, altura y visibilidad para establecer en ellos posaderos que sean usados por la avifauna local. Para aquellos que no lo sepan, un majano es una estructura vinculada al uso agropecuario del suelo, consistente en la acumulación de piedras y otros materiales (leñas, restos de podas, escombros, etc…) retirados de campos de labor aledaños con el fin de facilitar el trabajo agrícola
Algunos de ellos son pequeños y muy antiguos, pero con la mecanización del campo otros muchos son de enorme tamaño, tanto en altura como en diámetro, apareciendo en el horizonte como auténticos baluartes de los campos de labranza. Pues bien, tras un estudio de distribución mediante el uso de SIG (Sistema de Información Geográfica), acudimos al terreno y constatamos el estado del majano elegido, su distancia a caminos transitados, altura, señales de uso por parte de la fauna local (tanto aves como fauna terrestres), etc… Comienza entonces la fase de transporte y anclaje de los troncos y ramas que actuaran de posadero.
Con el fin de parecer lo más naturales posibles, todos estos posaderos provienen de podas elegidas, o de árboles muertos, a los cuales se les retira parte del ramaje más fino con el fin de concretar la zona de posado de las aves. Se anclan en lo alto de los majanos y se esperan unos días hasta que observamos a distancia si han sido bien aceptados por la avifauna local.
Este proyecto comenzó a finales de la primavera de 2014, y ampliamos ahora la malla de muestreo, activando un total de 40 posaderos (monitorizados por fototrampeo de forma aleatoria) distribuidos a lo largo de toda nuestra zona de actuación en la Alcarria madrileña.
Os adjuntamos varias imágenes de los trabajos de campo y de los resultados obtenidos.