Entre Nuevo Baztán y Villar del Olmo hay unos 4 kilómetros por carretera, pero, ¿qué pasa si nos dejamos llevar por caminos y trochas? Resulta que el trayecto se convierte en viaje, y descubrimos rincones inesperados de nuestra comarca y de su historia.

Por eso, el pasado sábado, desde Tagonius y con la colaboración de los ayuntamientos de Nuevo Baztán y Villar del Olmo, se celebró la primera marcha de hermanamiento entre ambas localidades.

Para la ocasión, se realizó un recorrido alejado de esa pequeña carretera que nos une, para poder descubrir todo ese paisaje que hay más allá. A través de caminos y sendas, por trochas abiertas por la fauna salvaje de nuestro entorno, recorrimos dos miradores emblemáticos que se asoman sobre el arroyo Vega, como son el Mirador del Pico Tenerife y el Mirador del Balconcillo, que ofrecen estupendas panorámicas sobre el entorno, con el pueblo de Olmeda de las Fuentes al otro lado del valle.

El recorrido nos acercó también a dos caleras abandonadas, que testimonian antiguos oficios ya perdidos en la comarca, como este de la fabricación de cal, y simbolizan un modo de vida que ya no existe, aprovechando los recursos del entorno más inmediato y fabricando de manera artesanal en función de las necesidades locales. En contrapartida, estas caleras abandonadas ofrecen actualmente un refugio muy adecuado a diferentes especies de aves, que con frecuencia anidan en su interior.

A través de caminos históricos, alcanzamos también la Fuente de la Almunia, un conjunto monumental compuesto por una fuente, lavadero y abrevadero, que tienen su origen en la época fundacional de Nuevo Baztán (siglo XVIII), y que vivió su época de esplendor a mediados del siglo XIX, cuando sus aguas eran consideradas medicinales. Su lamentable estado de abandono pide clamorosamente una intervención por parte de la Comunidad de Madrid, titular del monumento, para que la Fuente de la Almunia vuelva a ser lugar de recreo y encuentro de los vecinos de Villar del Olmo y Nuevo Baztán.

A nuestra llegada a Villar del Olmo, fuimos recibidos por su alcaldesa, Lucila Toledo Moreno, en representación de la corporación municipal, que ofreció un refrigerio a todos los participantes en la ruta.

Con las fuerzas renovadas, emprendimos el camino de regreso a Nuevo Baztán, esta vez por el fondo de valle, siguiendo el curso del arroyo Vega. Durante el trayecto tuvimos la fortuna de disfrutar del avistamiento de un ejemplar de águila real en vuelo de caza, como ejemplo de la rica fauna de nuestro entorno.

Esperamos que esta sea la primera de muchas rutas que unan distintos municipios del territorio Tagonius, para que nuestra comarca sea de verdad nuestra, para que la vivamos y conozcamos, y nos atrevamos a salir de las carreteras de todos los días, a coger la trocha y a abrir los ojos

Aquí tenéis algunas fotografías de la jornada: